Mi filosofía como fotógrafa de bodas se centra en la autenticidad y la honestidad. Creo en contar la verdadera historia del día, sin adornos ni alteraciones, capturando cada momento tal como ocurre.
Mi enfoque es el fotoperiodismo: documentar sin intervenir, observar sin dirigir.
Me esfuerzo por capturar la esencia de las emociones, desde las lágrimas de alegría hasta las risas espontáneas, creando un relato visual genuino y conmovedor.
En cada boda, busco los pequeños detalles y las grandes emociones que definen la jornada, permitiendo que la verdad brille a través de mis fotografías. Aspiro a que cada imagen sea un testimonio fiel de la realidad, un reflejo sincero del amor y la celebración.
Para mí, la verdadera belleza de una boda reside en su autenticidad, y mi misión es preservarla intacta para que perdure en el tiempo.
Chus M.